lunes, 30 de enero de 2012

Transporte y decrecimiento


Tratar el tema de la Automoción desde un punto de vista decrecentista y referido a los hábitos de consumo  requiere cuestionar previamente el desarrollo económico como está entendido en la actualidad y por tanto el mito por el cual se afirma que las infraestructuras de transporte son estratégicas para dicho desarrollo.

Lo que llamamos transporte, esto es, el movimiento horizontal masivo de personas y mercancías, es en su esencia una anomalía en el orden natural, que la Naturaleza no resiste. Aceptar esta realidad es imprescindible para entender las conflictivas relaciones que aparecen en todas partes entre medio ambiente y transporte. En realidad, a partir de un cierto punto, lo que se presenta es una elección: o medio ambiente, o transporte. La conciliación no es posible. No existe el transporte mecanizado masivo respetuoso con el entorno, ni la movilidad sostenible, si se está aludiendo a la movilidad motorizada masiva. Esas nociones son simples construcciones publicitarias, imprescindibles para tranquilizar a la población frente al crecimiento indefinido del transporte, y a sus visibles consecuencias. (“La enfermedad del transporte”, Antonio Stevan).

El proceso de internacionalización y globalización de la economía provoca el tráfico de mercancías y personas de una parte a otra de la Tierra…Este desarrollo exige la utilización de enormes cantidades de materiales y combustibles que no son renovables. Las infraestructuras del transporte consumen gran cantidad de espacio e inducen al crecimiento y la dispersión de la ciudad, disminuyendo el suelo fértil disponible, afectando a los cursos de agua, creando barreras en el territorio, empobreciendo con ello el medio natural y acentuando la pérdida de diversidad…La movilidad se entiende como un símbolo de libertad que es proporcionada por el automóvil. La velocidad se ha convertido en un valor en sí mismo y las autopistas y el AVE símbolos de bienestar y progreso. Aumentan los usuarios cautivos del coche y aumenta la exclusión de los que no lo utilizan. (Miguel Angel Llana).
André Gorz indicaba en su ensayo  “La ideología social del automóvil” (1973), que: “La alternativa al automóvil debe ser global. Para que la gente pueda renunciar a sus automóviles no basta con ofrecerles medios de transporte colectivo más cómodos. Es necesario que la gente pueda prescindir del trasporte al sentirse como en casa en sus barrios, dentro de su comunidad, dentro de su ciudad a escala humana, y al disfrutar yendo a pie, o en bicicleta, de su trabajo a su domicilio”.
Por su parte Iñaki Bárcena, Profesor e investigador en la Universidad del País Vasco, afirma que el pico del petróleo, gas natural y uranio marca un principio y un final para el abusivo uso de recursos energéticos, de los cuales el transporte motorizado se lleva la parte del león.
Según dicho autor el trasporte mundial consume anualmente cerca de 2.000 millones de TeP( toneladas equivalentes de petróleo), lo que supone un 26 por ciento de la demanda total de energía de la humanidad. En 2004 se estimó que el trasporte motorizado produjo cerca de 5000 millones de toneladas equivalentes de CO2 lo que supone el 21 por ciento del total de gases de efecto invernadero emitidos.
Datos también de 2004, de la Red de Acción del Clima, señalan que del total de las emisiones derivadas del transporte motorizado, el 79,5  por ciento correspondía al transporte por carretera, el 13 por ciento al aéreo, el 7 por ciento al marítimo y tan sólo el 0,5 por ciento al ferroviario.
Sin olvidar que diariamente 3000 personas mueren en accidentes motorizados, el 90%  en países empobrecidos (OMS).
La construcción de nuevas infraestructuras genera más consumo de recursos (cemento, petróleo, agua) y a mas larga distancia… por ello sería necesario plantear una moratoria para vías de gran capacidad y alta  velocidad (autopistas y autovías), ya que favorecen el uso del coche y generan más tráfico y mayor ocupación del territorio, la expansión urbana y el mercado global. Para trenes de alta velocidad, porque tienen un alto impacto ambiental, crean desequilibrios territoriales, favorecen la larga distancia sobre la cercanía, asumen precios elitistas, tienen escasa utilidad social y no reducen el tráfico de la carretera o el avión sino que crean nuevas necesidades. Para aeropuertos, ya que su proliferación aumenta el tráfico aéreo, cuyas emisiones tienen gran  impacto atmosférico. Los desplazamientos en avión tendrían que limitarse a largas distancias (más de 500 Km.) y a lugares inaccesibles por medios terrestres…La moratoria debería afectar a la ampliación de grandes puertos que favorecen el mercado global frente al local…. En las ciudades, la moratoria debería aplicarse a túneles, aparcamientos y nuevas vías de circulación. (Ecologistas en Acción).

Alta velocidad: “Si quieres llegar antes madruga” (Activismo ecologista vasco)

Se trata de potenciar nuevos valores como la cercanía y la parsimonia para calmar el tráfico, de convertir la industria automovilística y la de los combustibles fósiles para avanzar hacia medios de transporte colectivos basados en la energía solar y de defender la justicia social impidiendo que la movilidad siga creando marginación y graves desequilibrios entre las clases sociales. (Iñaki Barcena).

    “A causa de la multiplicación de los transportes por carretera, por barco y por avión, la deslocalización económica provoca un gran despilfarro de energía y una gran producción de gases de efecto invernadero. La fabricación de unos vaqueros requiere, en total, un periplo de 30.000 Km. para reunir materiales y componentes; la de un yogur de fruta, 10.000 Km.” (Edgar Morin- La Vía).

El transporte es el sector que más energía consume en España, alcanzando un 40% del total nacional. Por su parte, el vehículo turismo representa aproximadamente el 15% de dicho total. Las emisiones de C02 derivadas del uso de vehículos de transporte por carretera se estima que suponen un 48 por ciento del total de emisiones causadas por el consumo de energía.

El transporte es responsable en España, de más del 20% de las emisiones totales de GEI (Gases de Efecto Invernadero), y de este, el 80% corresponde al uso del transporte privado, es decir, unas 75 millones de toneladas de CO2e.

España es el país de la UE que más utiliza el vehículo privado en trayectos menores de 3 Km.

El avión es el medio de transporte que arroja una mayor tasa de emisión de CO2 por Km. y pasajero, pudiendo llegar a ser esta hasta 10 veces superior a la del tren o autobús. Un viaje Madrid-Londres de ida y vuelta en avión genera una cantidad de 811 Kg. de CO2e.


¿Qué podemos hacer?

En la etapa de cambio de civilización en que nos encontramos, la transición es obligada y hay que ser permisivos con nuestras incoherencias y contradicciones. Habrá que ir clarificando el camino y contagiándonos unos a otros de nuestros progresos a nivel individual y social.

  1. Uso del transporte público (trenes tradicionales, metro...).
  2. Hacer todo lo posible para que los viajes en avión sean una excepción.
  3. Oponernos radicalmente al AVE.
  4. Caminar y extender el uso de la bicicleta : carriles, aparcamientos, reparaciones (Acciones pro Bici).
  5. Oponernos a los transportes privados de lujo, jets privados, cruceros, petroleros y a los deportes de élite y su despilfarro energético y contaminante. (Automovilismo-Fórmula 1, Paris-Dakar, moto GP etc.).
  6. Cambiar el concepto de Turismo radicalmente.
  7. Evitar las grandes superficies y promover la compra de productos locales. Trabajar cerca de donde vivimos.
  8. Oposición a la industria automovilística en su totalidad e industrias satélites.
  9. Antimilitarismo
  10. Si no hay más remedio que tener un vehículo: Compartir la gasolina y trayectos con otras personas. Evitar trayectos largos y de una sólo persona. Mínimo consumo y mínimas emisiones. Consume poco agua en el lavado (¿50 litros?) . No sirve de nada doblar la eficiencia energética de los motores de los automóviles si doblamos el kilometraje: el consumo de carburante no habrá disminuido (Joaquim Sempere, fiolósofo, sociólogo y editor del libro “El final de la era del petróleo barato”).
  11. Promover la vela.
  12. Crecer en el concepto de Despacio, disminuir en la Velocidad.



Hay que tener en cuenta que el coche ecológico no existe y no solo por su consumo energético o sus emisiones contaminantes. Todos los accesorios son perjudiciales para el planeta…usamos artefactos cuyas materias primas vienen de África, se elaboran en industrias asiáticas y se ensamblan en Centroamérica para su envío a su destino final en Europa.

De cara al Proyecto de Cooperativa en San José:

  • El Bus del Parque: proyecto de un minibús con recorridos intrapueblos. Precios populares (para socios; con buena musiquita). Para excursiones comunales, visitas a ecoxarxas, viajes a Almería.

  • Puntos de salida señalizados para viajes compartidos. (Pizarras informativas de madera en plazas públicas. Información de viajes a través de correos electrónicos).

  • En el centro social de la cooperativa “Pez Verde” disponer de amarres para bicis y de un pequeño taller de reparación. Luchar por una red de carriles bici que conecte diferentes pueblos del Parque.
  • Jose


Bibliografía:


La ideología social del automóvil, por André Gorz

Iñaki Bárcena:
Decrecimientos. Sobre lo que hay que cambiar en la vida cotidiana. Decrecimiento y transporte. De los mitos del transporte a la utopía ecologista.

Ecologistas en Acción:
Infraestructuras de transporte y crisis. Mitos y realidades.

Ecologistas en Acción:
Los medios de transporte en la ciudad. Un análisis comparativo

Ecologistas en Acción
Ideas y buenas prácticas para la movilidad sostenible.

Ecologistas en Acción
Los problemas del coche en la ciudad











Grupo de decrecimiento.

RESUMEN DE LA REUNIÓN DEL GRUPO DE DECRECIMIENTO
LA DATILERA 29 DE ENERO 2012.

Presentes : Dorina ,David, Tatiana, Cris, FoFo, Albert ,Natha, Antonio.

Introducción: Hemos valorado la reunión que hemos tenido con Gorka de la CIC, todos pensamos más o menos que la CIC es un proyecto demasiado  ambicioso  para nosotros pero nonostante  nos puede servir como el  cuadro legal más adaptado para nuestras  actividades.
Acordamos empezar a funcionar al mismo tiempo que seguimos con la elaboración de los estatutos.

1 -Decidimos posponer la reunión de información prevista para el principio de Febrero a principio de mayo cuando se supone que tendremos el local del Pez Verde listo para funcionar.

2-Decidimos poner toda nuestra energía en la preparación del sitio.

3-Decidimos tener la próxima reunión en el Pez Verde el jueves 2 a las 2h (bocadillo y cerveza)

4-A la pregunta  si es el momento de abrir el grupo a otras personas, la respuesta fue que sí, siempre y cuando asuman las mismas responsabilidades que nosotros. En el caso de algunas personas que han manifestado interés (p.ej. Charo, Lisa, Fran) decidimos  seguir dando información.

5- hablamos de bancos de tiempo y de moneda social. Nathanael nos  da información y decidimos seguir investigando.

6-Decidimos intentar funcionar con N-1 como herramienta de comunicación y de desarrollo de los proyectos.

7- hablamos de los diferentes tipos de socios:
Socio fundador, de 2 tipos: pagando y no pagando, con la particularidad que desaparece cuando se ponga en marcha legalmente la cooperativa.
Socio productor.
Socio común (puede ser productor, consumidor, usuario de servicios…)
Socio eventual, teniendo San José la particularidad de ser un sitio turístico.

8- Contamos 12 socios fundadores que se han declarado: todas las personas presentes más Cristina, Yoli, Lola .
Esperemos que Fernando, Bibi, Herman, Ruth, Gloria, Álvaro y David Garces - que no estaban presentes - se determinen.

9- Cris nos lee la presentación de la cooperativa que ha redactado para dar información sobre nuestras actividades. Es una buena base de trabajo.  Decidimos revisar algunos puntos y hacer un resumen que podría servir como flyer para repartir.

10- Albert nos aclara algunas cosas sobre su actividad y de qué manera podría encajar con la cooperativa y con la dinámica de intercambio productores-consumidores que queremos crear.
Quedan muchos temas por aclarar que seguiremos estudiando. Albert dice que puede ampliar la gama de productos ecológicos en función de las demandas.

11- Albert nos informa que nos tendremos que pagar el alquiler de los 2 primeros meses y decidimos dejar para el jueves la elaboración de un calendario de gastos.

11- Antonio se compromete en buscar productores locales y la manera de funcionar con ellos.

Rebelion


Finaliza en Porto Alegre el Foro Social Temático
Declaración de la Asamblea de los Movimientos Sociales

Otramérica


El Foro Social Temático (FST) terminó ayer en Porto Alegre y ha supuesto el pistoletazo de salida de una gran movilización global que debe desembocar en la Cumbre de los Pueblos, a celebrarse de forma paralela a la reunión oficial de Río +20. La Asamblea de Movimientos Sociales emitió su comunicado en el FST. Reproducimos íntegra esta contundente declaración de intenciones.
Nosotros, pueblos de todos los continentes, reunidos en la Asamblea de movimientos sociales durante el Foro Social temático Crisis capitalista, Justicia social y ambiental, luchamos contra las causas de una crisis sistémica que se expresa en una crisis económica, financiera, política, alimentaria y ambiental, colocando en riesgo la propia sobrevivencia de la humanidad. La descolonización de los pueblos oprimidos y el enfrentamiento al imperialismo es el principal desafío de los movimientos sociales de todo el mundo. En este espacio nos reunimos desde nuestra diversidad, para construir juntos agendas y acciones comunes contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo y todo tipo de discriminación y explotación. Por eso, reafirmamos nuestros ejes comunes de lucha, adoptados en nuestra Asamblea en Dakar, en 2011.

Lucha contra las transnacionales Lucha por la justicia climática y por la soberanía alimentaria Lucha por la eliminación de la violencia a la mujer Lucha por la paz, contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de nuestros territorios

Los pueblos de todo el mundo sufren hoy los efectos del agravamiento de una profunda crisis del capitalismo, en la cual sus agentes (bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones internacionales y gobiernos a su servicio) buscan potenciar sus beneficios a costa de una política intervencionista y neocolonialista. Guerras, ocupaciones militares, tratados neoliberales de libre comercio y “medidas de austeridad” expresadas en paquetes económicos que privatizan bienes, rebajan salarios, reducen derechos, multiplican el desempleo y explotan recursos naturales. Estas políticas afectan con intensidad a los países más ricos del Norte, aumentan las migraciones, los desplazamientos forzados, los desalojos, el endeudamiento, y las desigualdades sociales.
La lógica excluyente de este modelo sirve solamente para enriquecer a una pequeña élite, tanto en los países del Norte como en los del Sur, en detrimento de la gran mayoría de la población. La defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, la justicia económica, ambiental y de género, son la llave para el enfrentamiento y la superación de la crisis, fortaleciendo el protagonismo de un Estado libre de las corporaciones y al servicio de los pueblos.
El calentamiento global es el resultado del sistema capitalista de producción distribución y consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras, los gobiernos y organismos internacionales a su servicio, no quieren reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Ahora intentan imponernos la “economía verde” como solución para la crisis ambiental y alimentaria, lo que además de agravar el problema, resulta en la mercantilización, privatización y financiarización de la vida. Rechazamos todas las falsas soluciones para esas crisis, como los agro-combustibles transgénicos, la geo-ingeniería y los mercados de carbono, que son nuevos disfraces del sistema.
La realización de Río+20, en el mes de junio en Río de Janeiro, pasados 20 años de la Eco ’92, refuerza la centralidad de la lucha por justicia ambiental en oposición al modelo de desarrollo capitalista. El intento de “enverdecimiento” del capitalismo, acompañado por la imposición de nuevos instrumentos de la “economía verde”, es una alerta para que los movimientos sociales reforcemos la resistencia y asumamos el protagonismo en la construcción de verdaderas alternativas a la crisis.
Denunciamos la violencia contra la mujer ejercida regularmente como herramienta de control de sus vidas y sus cuerpos. Además, el aumento de la explotación de su trabajo para atenuar los impactos de la crisis y mantener el margen de ganancia constante de las empresas. Luchamos contra el tráfico de mujeres y de niños, las relaciones forzadas y el prejuicio racial. Defendemos la diversidad sexual, el derecho a la autodeterminación de género y luchamos contra la homofobia y la violencia sexista.
Las potencias imperialistas utilizan bases militares extranjeras para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos naturales y promover dictaduras en varios países. Denunciamos el falso discurso en defensa de los derechos humanos, que muchas veces justifica las ocupaciones militares. Nos manifestamos contra la permanente violación de los derechos humanos y democráticos en Honduras, especialmente en el Bajo Aguán, el asesinato de sindicalistas y luchadores sociales en Colombia y el criminal bloqueo a Cuba que completa 50 años. Luchamos por la liberación de los 5 cubanos presos ilegalmente en los Estados Unidos, la ocupación ilegal de las Islas Malvinas por Inglaterra, las torturas y las ocupaciones militares promovidas por los Estados Unidos y la OTAN en Libia y Afganistán.
Denunciamos el proceso de neo-colonización y militarización que vive el continente africano y la presencia de la Africom. Nuestra lucha es también por la eliminación de todas las armas nucleares y contra la OTAN.
Expresamos nuestra solidaridad con las luchas de los pueblos del mundo contra la lógica depredadora y neocolonial de las industrias extractivas y mineras transnacionales, en particular, con la lucha del pueblo de Famatina en Argentina, y denunciamos la criminalización de los movimientos sociales.
El capitalismo destruyó la vida de las personas. Por eso, cada día nacen múltiples luchas por justicia social para eliminar los efectos dejados por el colonialismo y para que todos y todas tengamos una calidad de vida digna. Cada una de estas luchas implica una batalla de ideas que hace imprescindible acciones por la democratización de los medios de comunicación, controlados hoy por grandes conglomerados, y contra el control privado de la propiedad intelectual. Al mismo tiempo exige el desarrollo de una comunicación independiente que acompañe estratégicamente nuestros procesos.
Comprometidos con nuestras luchas históricas, defendemos el trabajo decente y la reforma agraria como único camino para impulsar la economía familiar, campesina e indígena, y un paso central para alcanzar la soberanía alimentaria y la justicia ambiental. Reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por la reforma urbana como instrumento fundamental en la construcción de ciudades justas y con espacios participativos y democráticos. Defendemos la construcción de otra integración, fundamentada en la lógica de la solidaridad, y el fortalecimiento de procesos como la UNASUR y la ALBA.
La lucha por el fortalecimiento de la educación, ciencia y tecnologías públicas al servicio de los pueblos, así como la defensa de los saberes tradicionales, se vuelven urgentes una vez que persiste su mercantilización y privatización. Manifestamos nuestra solidaridad y apoyo a los estudiantes chilenos, colombianos portorriqueños y de todo el mundo, que continúan en marcha en la defensa de estos bienes comunes.
Afirmamos que los pueblos no deben continuar pagando por esta crisis y que no hay salida dentro del sistema capitalista. Se encuentran en la agenda grandes desafíos que exigen que articulemos nuestras luchas y que movilicemos masivamente. Inspirados en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora de movimientos como la Primavera Árabe, Ocuppy Wall Street, los indignados y la lucha de los estudiantes chilenos, la Asamblea de los Movimientos Sociales convoca a las fuerzas y actores populares de todos los países a desarrollar acciones de movilización coordinadas a nivel mundial. Debemos contribuir a la emancipación y auto-determinación de nuestros pueblos, reforzando la lucha contra el capitalismo.
Convocamos a todas y todos a fortalecer el Encuentro internacional de derechos humanos en Solidaridad con Honduras y a construir el Foro social Palestina Libre, reforzando el Movimiento global de boicot, desinversiones y sanciones contra el Estado de Israel y su política de apartheid contra el pueblo palestino.
Tomemos las calles a partir del día 5 de junio en una gran jornada de movilización global contra el capitalismo. Convocamos a impulsar la Cumbre de los Pueblos por justicia social y ambiental, contra la mercantilización de la vida y en defensa de los bienes comunes, frente a la Rio+20.
¡Si el presente es de lucha el futuro es nuestro!

Porto Alegre, 28 de enero de 2012

Asamblea de los Movimientos Sociales
Fuente: http://otramerica.com/radar/declaracion-de-la-asamblea-de-los-movimientos-sociales/1414



Pelicula interesante

http://www.interferencies.cc/

miércoles, 11 de enero de 2012

Decrecimiento y ciencia lenta.

Antes de leer y traducir este breve artículo  no tenía  conocimiento de que existiera algo como Slow Sciences,  sabía cosas sobre Slow Food y también sobre Slow Cities. Son conceptos próximos  al decrecimiento y me dieron ganas de saber más para escribir algo para el blog.

En el mes de junio de 2011 una investigadora Belga, Barbara Van Dyck, fue  despedida por la universidad de Louvin por haber apoyado una acción organizada por el movimiento FIELD LIBERATION MOVEMENT, con el fin de neutralizar un campo de patatas transgénicas en Watteren (Belgica).
  Este ataque  a la libertad de expresión chocó con una parte del mundo académico que reaccionó, el 26 de septiembre, cuando se iniciaba el año académico. Una gran  parte de los investigadores dieron la espalda al cortejo de entrada para protestar  contra  el despido y contra los lazos, cada vez más estrechos, entre la investigación universitaria y los intereses privados.
Esta acción fue  la  ocasión de lanzar comités “slow sciense” (ciencia lenta) en Bélgica, en oposición a las fast sciense (ciencias rápidas)  que son superficiales y utilitarias, orientadas hacia el corto plazo e impulsadas por la competitividad y el interés privado.
La ciencia lenta se define como “Una resistencia crítica y no violenta contra la cultura dominante en el mundo académico” para una ciencia que esté al servicio de la justicia social y ecológica.
Traducción breve de la revista (“Silence”).



¿Qué es la ciencia lenta?
 En su artículo: slow science –ladexcellence, Olivier P. Gosselin, nos ofrece algunas pistas;
La noción de ciencia lenta apareció hace  veinte años  bajo el impulso de Eugene Garfield, el padre de la  Bibliometria.

 Químicos y físicos americanos y australianos son los primeros en interesarse en este concepto   antes de que haga su  aparición en Europa en el campo de las ciencias humanas.
Los conceptos de  ciencia lenta aparecen en varios lugares de manera independiente y son como síntomas de un malestar nacido de la toma de conciencia de los problemas que se extienden en el mundo de las ciencias. Para resumir hay cada vez más publicaciones científicas, pero sus cualidades son cada vez menores y sus aplicaciones tienen que ser rentables a corto plazo.
 Para Garfield la lentitud y la constancia son preferibles a la velocidad y a la versatilidad. El peligro proviene de las políticas de financiación y de la presión mediática que se ejerce sobre los investigadores.
En un correo dirigido a Natura, Lisa Alleva (bioquímica) critica el comportamiento de sus colegas, particularmente los jóvenes inmersos en una carrera sin frenos para conseguir financiación, una dirección de laboratorio o un puesto. Este comportamiento los lleva a apartarse  de los fundamentos mismos de la investigación. « Apartándome de las ambiciones de mis semejantes he descubierto un secreto: la ciencia, la ciencia lenta puede ser  el entretenimiento más enriquecedor y agradable que se pueda tener. “
El caso del doctor Matthew Crawford ofrece  una figura de referencia: la del artesano. Matthew Crawford era titular de un  doctorado en filosofía. Después de haber comprobado la deriva del mundo académico, lo ha abandonado para abrir un taller de reparación de motos, en el cual  lleva una vida más satisfactoria en el plano intelectual y moral.
El sociólogo Richard Sennett,  persigue una reflexión histórica en el universo del trabajo. Los dos llegan al mismo resultado: la desvalorización del trabajo manual  en la escolaridad es concomitante al desarrollo de una economía del saber, caracterizada por un flujo de conocimiento cada vez más superficial y desencarnado.
Describen las condiciones necesarias al desarrollo de una actividad manual que genera a la vez calidad y satisfacción. Aceptar las exigencias del oficio implica rechazar las soluciones rápidas y fáciles y comprender la importancia de los errores y de la repetición. Para eso se necesita tiempo.

En el manifiesto para una ciencia lenta  (que se cita a continuación) se puede apreciar que los que  lo han redactado no son revolucionarios, sino, más bien,  científicos que están hartos de las presiones que se ejercen sobre ellos desde las empresas y las instituciones.


EL MANIFIESTO PARA UNA CIENCIA LENTA

Nosotros somos científicos. No blogueros. Tampoco twiteros. Nos tomamos nuestro tiempo.
No nos malinterprete, si decimos sí a la ciencia acelerada de principios del siglo 21. Estamos a favor del constante flujo de revisión por pares en las publicaciones de  revistas y sus efectos; decimos que sí a los blogs de ciencia y a las necesidades de los medios de comunicación y relaciones públicas, decimos sí a la creciente especialización y diversificación en todas las disciplinas.
También decimos que sí a la investigación sobre alimentación en el nuevo cuidado de la salud y la prosperidad futura. Todos nosotros estamos también en este juego.

Sin embargo, sostenemos que esto no puede ser todo. La ciencia necesita tiempo para pensar. La ciencia necesita tiempo para leer y  tiempo para equivocarse. La ciencia no siempre sabe lo que podría suceder en este momento. La ciencia se desarrolla inestable, con movimientos bruscos y saltos impredecibles hacia delante, al mismo tiempo y sin embargo,  se arrastra sobre una escala de tiempo muy lento, por lo que debe haber suficiente espacio y  justicia para lo que se debe hacer.

La sociedad debe dar a los científicos el tiempo necesario, pero lo más importante, los científicos deben tomarse su tiempo.

Necesitamos tiempo para pensar. Necesitamos tiempo para digerir. Necesitamos tiempo para entendernos más unos a otros, especialmente cuando hemos perdido el diálogo  entre las humanidades y las ciencias naturales. No podemos decir continuamente lo que significa nuestra ciencia, lo que será bueno, porque simplemente no lo sabemos todavía. La ciencia necesita tiempo.

(Manifiesto original: http://slow-science.org/)

 Saber Más en español.

En conclusión desde el punto de vista del decrecimiento, dejar entrar los intereses privados en las universidades es abandonar la posibilidad  de desarrollar una investigación  independiente, que no esté  al servicio de las empresas  y  solo preocupada por el interés económico a corto plazo.
Las investigaciones sobre los transgénicos, las nanotecnologías, la energía atómica, la química y la bioquímica, las medicinas, no pueden ser financiadas y controladas por las firmas .Las multinacionales  nos han demostrado el poco interés  que tienen para la salud de las personas. (Véanse los casos del amianto, del “mediator” que ha causado la muerte de miles de personas en Francia, del aspartamo… la lista  es interminable)
Mediator o Modulador.
Amianto
Aspartamo
Para terminar os recomiendo el artículo de John ZERZAN: unas reflexiones sobre decrecimiento, tecnología y militantismo que me gustan mucho.
Traducción y añadidos Antonio Corrección Cris

jueves, 5 de enero de 2012

Todos somos “ocupas”



Traducción para Sin Permiso de Lucas Antón

El martes por la mañana [15 de noviembre], la policía desalojó el Parque Zuccotti, pero hoy la gente ha regresado. La policía debería entender que esta protesta no se centra en una batalla en torno al terreno. No luchamos por el derecho a ocupar un parque aquí y allá. Luchamos por la justicia. Justicia no sólo para el pueblo de los Estados Unidos sino para todos.Lo que habéis conseguido desde el 17 de septiembre, fecha de inicio del movimiento “Ocupa…” es introducir una nueva imaginación, un nuevo lenguaje político en el corazón del Imperio. Habéis reintroducido el derecho a soñar en un sistema que intentaba convertirnos a todos en muertos vivientes hipnotizados para equiparar el consumismo insensato con la felicidad y la plenitud.
Como escritora, dejadme que os lo diga, se trata de un logro inmenso. No me basto para daros las gracias.
Hablamos de justicia. Hoy, mientras hablamos, el ejército de los EE. UU., libra una guerra de ocupación en Irak y Afganistán. Aviones estadounidenses no tripulados matan civiles en Pakistán y más allá de sus fronteras. Decenas de miles de soldados y escuadrones de la muerte estadounidenses se desplazan hacia África. Por si no fuera suficiente gastar miles de millones para administrar la ocupación de Irak y Afganistán, se eleva la voz para hablar de una guerra contra Irán.
Desde la Gran Depresión, la fabricación de armas y la exportación de la guerra han sido formas claves de estimular la economía de los EE. UU. Sólo últimamente, con el presidente Obama, los EE. UU. han concluido un acuerdo de venta de armas a Arabia Saudí por valor de 60.000 millones de dólares. Esperan vender miles de revientabúnkeres a los Emiratos. Han vendido aeronaves militares por valor de 5.000 millones de dólares a La India, mi país, que tiene más pobres que todos los países pobres de África juntos. Todos estos conflictos, desde el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki a Vietnam, Corea, América Latina, han costado millones de vidas, y todos se han librado para garantizar el "American way of life", el “modo de vida americano”.
Hoy sabemos que el "modo de vida americano" –el modelo al que se supone que ha de aspirar el resto del mundo– ha ocasionado que cuatrocientas personas posean la misma riqueza que la mitad de la población de los EE. UU. Ha significado que miles de personas se quedaran sin casa y sin trabajo mientras el gobierno estadounidense rescataba bancos y empresas: sólo American International Group (AIG) recibió 182.000 millones de dólares.
El gobierno de la India rinde culto a la política económica estadounidense. Como resultado de los veinte años de economía de libre mercad, en la actualidad las cien personas más ricas de la India poseen activos por valor de un cuarto del PIB del país mientras más del 80% de la población del país vive con menos de cincuenta céntimos de dólar al día; 25.000 campesinos, atrapados en una mortífera espiral, se han suicidado. A esto le llamamos progreso, y hoy nos creemos una superpotencia. Como vosotros, estamos bien cualificados, disponemos de armas nucleares y de una obscena desigualdad.
Las buenas noticias se resumen en que la gente ha dicho basta y ya no va aguantar más. El movimiento “Ocupa...” se ha sumado a otros millares de movimientos de resistencia en todo el mundo en los que las gentes más pobres se alzan y paran en seco a las grandes empresas. Pocos de nosotros soñábamos con veros a vosotros, el pueblo de los EE. UU., a nuestro lado, tratando de hacer esto mismo en el corazón del imperio. No sé cómo comunicaros la inmensidad de lo que esto significa.
Ellos (el 1%) dicen que no tenemos propuestas… no saben, tal vez, que sólo nuestra ira bastaría para destruirlos. Pero hay algunas cosas –unos cuantos pensamientos "pre-revolucionarios" que se me han ocurrido– para que reflexionemos conjuntamente:
Queremos poner un tope [“cap”] a este sistema que fabrica desigualdad. Queremos ponerle un tapón [“lid”] a la acumulación sin restricciones de riquezas y propiedades por parte de individuos y grandes empresas. Como “topistas” ["cap-ists"] y “taponistas” ["lid-ists"] [1], exigimos:
• El fin de la propiedad transversal en el sector empresarial. Por ejemplo, los fabricantes de armas no pueden ser propietarios de emisoras de televisión, las grandes empresas mineras no pueden gestionar periódicos, las organizaciones empresariales no pueden subvencionar universidades, las empresas farmacéuticas no pueden controlar fondos de salud pública.
• Los recursos naturales y la infraestructura esencial –suministro de agua, electricidad, sanidad y educación– no se puede privatizar.
• Todos deben gozar del derecho a una vivienda, a la educación y la salud.
• Los hijos de los ricos no pueden heredar la fortuna de sus padres.
Esta lucha ha vuelto a despertar nuestra imaginación. En algún hito del camino, el capitalismo redujo la idea de justicia para que diera a entender sólo "derechos humanos", y se volvió blasfema la idea de soñar con la igualdad. No luchamos por pequeñas ajustes a la hora de reformar un sistema al que hay que substituir.
Como “tapista” y “taponista”, saludo vuestra lucha.
Salaam Zindabad [Salud] .
Texto de la alocución dirigida por la autora a la Universidad Popular de la Plaza Washington de Nueva York reunida en la Justin Memorial Church el 16 de noviembre de 2011.
Nota del t .: [1] Como es evidente, Roy juega con la similitud fonética entre las sílabas de“capitalists” y las palabras “cap” y “lid” que significan ambas “tope”, “tapa” o “tapón”.
Arundhati Roy (1961), notable novelista y guionista india, conocida por obras como El dios de las pequeñas cosas, por el que obtuvo el premio Booker en 1997, es también una valerosa y afamada activista perseguida en su país por sus protestas contra las pruebas nucleares, los macroproyectos hidráulicos y su denuncia de la situación del campesinado.
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4566 
rCR

domingo, 1 de enero de 2012

Editorial de la ong GRAIN sobre biodiversidad , soberanía alimentaria y cambio climático.

.
 En la manipulada y fallida Conferencia de las Partes en torno al Cambio Climático en
Cancún y en la enorme movilización que desde abajo llegó para gritar en pos de
justicia social y ambiental. Nos hace repensar los falsos remiendos que se siguen
promoviendo con afanes de lucro.
Pero también, desde infinidad de rincones, las organizaciones, comunidades
y colectivos repensamos las verdaderas soluciones que hemos propuesto
mirando el panorama completo. Entendemos
que el sistema industrial capitalista
contemporáneo intenta controlar la
mayor cantidad de relaciones,
riquezas,
bienes comunes, personas y actividades
potencialmente lucrativas mediante leyes,
disposiciones, políticas, “investigación”,
extensionismo, programas, proyectos y
carretadas de dinero.
Los agronegocios, por ejemplo, que implican
producir (alimentos y ahora agrocombustiles)
en grandes extensiones de terreno
para cosechar grandes volúmenes y
obtener mucha ganancia a toda costa, tienen
incrustada una lógica industrial que ejerce
una violencia extrema contra las escalas naturales
de los procesos y los ciclos vitales,
y en su “integración vertical” promueven
una enloquecida carrera por agregarle valor económico a los alimentos con más
y más procesos —acaparamiento de tierra que implica concentración, desmonte y
deforestación; semillas diseñadas en laboratorio, de patente y certificadas; suelos
intervenidos (y empobrecidos) con fertilizantes y pesticidas megaquímicos, con
monocultivo y mecanización agrícola; transporte, lavado, procesamiento, empaque,
estibado, almacenado y nuevo transporte (incluso internacional) hasta arribar
a mercados, estanquillos, supermercados y comederos públicos.
Esto hace del sistema agroalimentario mundial (todo un tramado de actividades
relacionadas, muchas de ellas innecesarias) el responsable de emitir gases
con efecto de invernadero que pueden sumar 57% del total de gases emitidos.
Estos procesos sumados son lo que más contribuye al calentamiento que extrema
la crisis climática.
El modo industrial de producir alimentos produce ganancias inmediatas e incluso
ganancias adicionales si las empresas venden derechos de contaminación en
otras partes con tan sólo limpiar un poquito sus emisiones, gracias a mecanismos
financieros perversos que hoy tienen tanto respaldo institucional (como REDD).
Pero es claro que sus métodos son tan insustentables que en los últimos 50 años
el uso de agrotóxicos y otras prácticas industriales que erosionan los suelos han
causado la pérdida promedio de entre 30 y 60 toneladas de materia orgánica por
hectárea, es decir entre 15 mil millones y 20 mil millones de toneladas de materia
orgánica, lo que significa estar perdiendo el corazón de los procesos agrícolas que
sí pueden enfriar, estabilizar, la tierra.
No extraña entonces el caos ambiental del planeta, que además sojuzga a las comunidades
atrapadas en ese sistema globalizador que no resuelve la alimentación
de las comunidades ni los barrios pero sí vuelve trabajo innoble y a veces semiesclavizado
lo que antes era tarea campesina creativa, digna y de enormes cuidados.
Editorial

Por eso, producir nuestros alimentos de modo independiente del llamado sistema
alimentario mundial es algo profundamente político y transformador. Y lo
es porque recurre a las prácticas campesinas que durante milenios cuidaron los
territorios de un modo integral. Las comunidades campesinas que han cuidado el
monte (en su mayoría indígenas) y por ende el mundo, han cuidado por milenios
las semillas como el legado común más valioso de la humanidad y entienden que
la fertilidad y estabilidad naturales de los suelos dependen también de la estabilidad
y buen cuidado de la región más amplia del territorio (y sus bosques, aguas,
animales), mediante saberes mutuos, compartidos: verdaderos bienes comunes
que van más allá de las meras prácticas agrícolas convencionales.
La agricultura campesina puede enfriar la tierra pero hay que entender que esa
tarea es también algo que debe ser común, compartido, porque el cuidado
del territorio así lo exige, y porque las corporaciones son ya muy poderosas, muy
penetrantes.
Por eso, si en verdad creemos en la vía campesina para resolver el problema de
la crisis climática (y otras varias crisis relacionadas) entonces de modo muy radical
tenemos que volver a luchar por la defensa de la tierra en manos campesinas,
indígenas.
Sí. Hay que seguir buscando que los países bajen las emisiones. Hay que seguir
luchando por no permitir los sistemas de especulación financiera que recrudecen
la situación, que enriquecen a unos cuantos y dejan la contaminación intocada,
como el infame programa REDD. Hay que seguir frenando los nocivos proyectos
de la llamada geoingeniería.
Pero lo crucial es hacer un llamado en pos de una reforma agraria integral, a
nivel planetario y país por país, que reconozca los territorios (tierra, aire, agua,
biodiversidad, recursos) de los pueblos y su carácter comunal, inalienable, inembargable
e imprescriptible. Detener el proceso actual de acaparamiento agrario
por parte de gobiernos y firmas de especulación financiera. Emprender una defensa
de los territorios de los pueblos contra todos los proyectos extractivistas
que atentan contra la posibilidad de que, como campesinos, retomen un cuidado
de suelos, aguas, bosques, procesos vivos entre animales y plantas, con una
producción propia que no violente los procesos naturales biológicos y sociales
implicados en el cultivo, que circule pocas distancias, que reduzca los procesos
implicados entre la producción y el consumo, que recurra lo menos posible a los
mecanismos monetarios, que implique una integralidad entre cultivar, recolectar,
cazar, pastorear o cuidar animales de traspatio y que eso refuerce modos de vida
más equitativos, comunitarios y con afanes de justicia. Es crucial que los gobiernos
y la sociedad civil que sí tienen buena voluntad reconozcan que el modelo
extractivista, industrial, no es compatible con el “buen vivir” de los pueblos.
Es indispensable apoyar la autonomía, los autogobiernos, la autodeterminación
de los pueblos, pero no de una manera retórica y distante, sino desde los
mismos procesos de trabajo de base, organizados y sistemáticos.
Sólo así será posible que la agricultura campesina enfríe la tierra, contribuya al
cuidado del planeta y a la promoción de la justicia. Ésta es la verdadera lucha y
no es una tarea fácil. La soberanía alimentaria se alcanzará mediante un trabajo
en muchos frentes. Tenerla como consigna es crucial, pero emprenderla en nuestra
cotidianidad inmediata es un reto impostergable.
Biodiversidad se ofrece como instrumento para discutir, buscar respuestas, propuestas,
caminos comunes. Aquí estamos con el horizonte abierto pese a todo.l
biodiversidad