La crisis financiera, política, ecológica, de los recursos
energéticos, social… no ha hecho más que empezar.
La clase media española se empobrece a pasos agigantados.
Los partidos no ofrecen soluciones entre otras cosas porque no recurren a las
únicas que están en sus manos. Las políticas económicas de “décadas
irresponsables” de los gobiernos con poder global nos han conducido a una
espiral en la que ya nadie tiene el control de la situación. Como dice el
propio director del Bundesbank, Jens Weidmann, “la ayuda a España sólo compra
tiempo”. De diciembre de 2011 a febrero de 2012 800 bancos europeos recibieron préstamos por
valor de un billón de euros a pagar en tres años. Ahora muchos de ellos vuelven
a tener problemas de liquidez y buscan nuevos créditos a más largo plazo. (Eric
Toussaint, presidente del Comité para la Anulación de la Deuda en el Tercer
Mundo).
Bankia ya recibió 4.500 millones de euros y ahora están en
camino créditos por valor de 100.000 millones de euros para rescatar al sistema
financiero español. Todavía no se han recibido y ya se especula con un segundo
rescate esta vez al “Reino de España”.
Alfonso Guerra cree que esta crisis "va a llevar a
Europa a un nivel de vida semejante al de hace treinta años" y augura que
la recuperación no se empezará a atisbar hasta 2017 o 2018.
Parece que una cuenta atrás nefasta se ha liberado. “Hay
sólo tres meses para salvar el Euro”, dice el FMI. El Gobierno reconoce que la
prima de riesgo en los actuales niveles no es sostenible en el tiempo.
Mientras las clases privilegiadas aumentan sus fortunas y
encuentran precios de saldo por todas partes.
En la revolución española de los años 30, que no en la
guerra, como observaron miles de brigadistas internacionales, se jugaba el
futuro del mundo. Tras su aplastamiento con la ayuda de las fuerzas
reaccionarias internacionales se desencadenó la II guerra mundial. España ahora se ha situado en la línea de
flotación de la UE y quién sabe si de algo más.
EL PAIS ha informado de que los bancos centrales están
preparados para tomar medidas si los resultados de este domingo provocan el
caos y unos de sus enviados especiales nos asusta diciendo que los inmigrantes
se han convertido en los chivos expiatorios de la crisis mientras crece la
inseguridad ciudadana. ¿Unos resultados
electorales considerados democráticos pueden provocar el caos? .
Los partidos políticos, FMI, BCE y los gobiernos otorgan a
las elecciones de mañana en Grecia una trascendencia inusitada, que no merece, y aprovechan para presionar, con chantajes de
todo tipo al electorado.
Syriza, una fuerza política similar a Izquierda Unida en
España ahora se presenta como la alternativa de la izquierda radical en Grecia.
Una formación que no quiere salir de la Unión Europea.
Durante décadas han hecho creer a la población que la
socialdemocracia era una alternativa a
los a los excesos de la derecha y han jugado en numerosas citas electorales con
el voto útil. Ahora cuando crece la tensión nos presentan el mismo marco pero
con distintos protagonistas, de una lado esta vez derecha y socialdemocracia
unidos para salvarnos de los abismos, y del otro las izquierdas que llaman
radicales. Ahora ya no garantizan el “estado del bienestar”, sólo nos quieren
librar del Apocalipsis. El juego es el mismo, las reglas las mismas. Para los
mercados y sus representantes siempre es mejor negociar con alguien que es una
cabeza visible, en este caso Alexis Tsipras. Para ellos siempre será un mal
menor aunque de formas estratégica no lo van a reconocer incluso hacen llamamientos
explícitos en su contra como Financial Times hoy “queridos griegos no votéis
por la izquierda radical”. Quieren confundir poniendo el foco donde no debería estarlo.
Pasado mañana se habrán acabado las elecciones y todo
seguirá igual. El colapso económico se acerca, pero no por el resultado de las
elecciones griegas. Ya estaba en marcha. Simplificando… no hay dinero y el
sistema tal como lo conocemos no sabe funcionar de otra manera.
La verdadera alternativa ya está trabajando en la sombra,
sin dejarse engañar con cantos de sirenas. Una vez fueron las alianzas de
partidos ecologistas con la socialdemocracia, esta vez un partido de izquierda
radical, otra vez será un partido que se
defina como anticapitalista.
La verdadera alternativa se está organizando, creando redes,
construyendo comunidad desde la base, discutiendo, desarrollando proyectos,
creando servicios, informando y formando sin esperar a que nadie solucione sus
problemas. Trabajando al mismo tiempo para confluir en un otoño de resistencia global de todos los
movimientos sociales.
Jose
Como bien lo describes hay mucho dinero y en general es deuda,con los intereses crece la cantidad de dinero y como no se puede pagar pues pedimos un préstamo, aun más dinero y más deuda.La economía real tendría que asumir esta dinámica destructora y para hacerlo debería crecer, crecer y crecer hasta explotar.
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